Avanza en Cali la Cumbre de Biodiversidad COP16, el evento diplomático más importante que ha vivido la ciudad

Desde la Cumbre de Biodiversidad COP16 que avanza en Colombia, los países participantes hacen un llamado al mundo para cesar la guerra y salvar la naturaleza.

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VOA News / BOGOTÁ, COLOMBIA – Líderes mundiales del medio ambiente se reúnen el lunes en Cali (Colombia) para evaluar la caída en picado de los niveles de biodiversidad en el mundo y los compromisos de los países para proteger plantas, animales y hábitats críticos.

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Biodiversidad, o COP16, de dos semanas de duración, es una continuación de las reuniones celebradas en Montreal en 2022, en las que 196 países firmaron un histórico tratado mundial para proteger la biodiversidad.

El acuerdo incluye 23 medidas para detener y revertir la pérdida de naturaleza, entre ellas poner bajo protección el 30% del planeta y el 30% de los ecosistemas degradados para 2030.

En su discurso de apertura el domingo, la ministra colombiana de Medio Ambiente y presidenta de la COP16, Susana Muhamad, dijo que la conferencia es una oportunidad «para recoger la experiencia que ha pasado por este planeta de todas las civilizaciones, de todas las culturas, de todos los saberes… para generar condiciones habitables, relativamente estables, para una nueva sociedad que se forjará a la luz de la crisis».

Una amenaza real para la pérdida de biodiversidad

Según Linda Krueger, Directora de Biodiversidad de The Nature Conservancy, todos los indicios apuntan a una drástica disminución de la abundancia y distribución de las especies.

«Muchas especies salvajes tienen menos espacio para vivir y su número está disminuyendo», dijo Krueger. «Y también vemos cómo aumentan las tasas de extinción. Cosas que aún no hemos descubierto se están extinguiendo».

El mundo está experimentando la mayor pérdida de vida desde los dinosaurios, con cerca de un millón de especies vegetales y animales amenazadas de extinción, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

En la selva amazónica, las amenazas a la biodiversidad incluyen la expansión de la frontera agrícola y las redes de carreteras, la deforestación, los incendios forestales y la sequía, afirma Andrew Miller, director de defensa de Amazon Watch, una organización que protege la selva tropical.

«Si juntamos todo eso, nos encontramos ante una amenaza real para la biodiversidad», afirma Miller.

Según el informe bienal Planeta Vivo del WWF y la Sociedad Zoológica de Londres, la población mundial de animales salvajes se ha reducido una media del 73% en 50 años.

Según el informe, en América Latina y el Caribe se ha registrado un descenso medio del 95% en las poblaciones de fauna y flora silvestres.

Las comunidades indígenas, clave en la protección de la biodiversidad

Los indígenas están en primera línea en la protección de la biodiversidad y la lucha contra el cambio climático, poniendo sus vidas en grave peligro, afirmó Miller, de Amazon Watch.

«Se ha hablado mucho de las voces de las comunidades locales… Los pueblos indígenas desempeñan realmente un papel clave», dijo. «Así que esa es una de las cosas que buscaremos en la COP16».

Los pueblos indígenas tienen en sus manos las soluciones para combatir las crisis del cambio climático y la biodiversidad, afirmó Laura Rico, directora de campañas de Avaaz, una organización mundial de activismo sin ánimo de lucro.

«Son ellos quienes han estado cuidando de la tierra, sanándola a través de sus sistemas de gobierno, sus sistemas de cuidado y sus formas de vida», dijo. «Así que… es fundamental que la COP reconozca, promueva e impulse la legalización de sus territorios».

En Bogotá, capital de Colombia, el responsable de una organización indígena amazónica afirmó que los indígenas de la región llevan meses preparándose para la COP16.

«Esta es una gran oportunidad para lograr el impacto que necesitamos para demostrar a todos los actores que vienen de otros países la importancia de los pueblos indígenas para el mundo», dijo José Méndez, secretario de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía.

«Para nadie es un secreto que nosotros… estamos en riesgo en este momento», dijo. «Los efectos que estamos viviendo actualmente debido al cambio climático, las sequías que está viviendo el país, el río Amazonas nunca ha pasado por una sequía como la actual. … Esto está provocando la extinción de muchas especies».

La naturaleza puede recuperarse

El ministro de Medio Ambiente, Muhamad, declaró este mes a los medios locales que uno de los principales objetivos de la conferencia es transmitir el mensaje de que «la biodiversidad es tan importante, complementaria e indispensable como la transición energética y la descarbonización».

Parte del primer gobierno de izquierdas de Colombia, Muhamad advirtió el año pasado en el Foro Económico Mundial sobre los riesgos de continuar con una economía extractiva que ignora las consecuencias sociales y medioambientales de la explotación de los recursos naturales.

Desde la conferencia de Montreal de 2022, «los avances han sido demasiado lentos», afirma Eva Zabey, directora ejecutiva de la coalición Business for Nature.

«Ha habido algunos avances», dijo. «Pero el mensaje principal es que la implementación del marco global de biodiversidad es demasiado lenta y necesitamos escalar y acelerar».

«La COP16 llega en un momento absolutamente crítico para que pasemos del establecimiento de objetivos a acciones reales sobre el terreno».

Eva Zabey, directora ejecutiva de la coalición Business for Nature.

Aunque el declive de la biodiversidad es desalentador, algunos ecologistas creen que es posible invertir la tendencia. «Hemos reintroducido especies con mucho éxito y las hemos salvado cuando nos centramos realmente en las causas de su declive», afirmó Krueger, de The Nature Conservancy.

Alianza VOA / SMH 360

Comunidades indígenas de Latinoamérica esperan más del Acuerdo de Escazú

El Acuerdo de Escazú, pionero en América Latina, busca mejorar el acceso de las comunidades indígenas a la información, la participación y la protección legal en temas ambientales, pero aún hay desafíos pendientes en su implementación y la inclusión de estas comunidades en la toma de decisiones.

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Natalia Kidd

Buenos Aires, 21 abr (EFE).- Latinoamérica tiene aún mucho por hacer para que su pionero Acuerdo de Escazú se traduzca en un acceso concreto de las comunidades indígenas a la información, la participación y la protección legal en asuntos ambientales, un reto que ha sido eje de debates en una reunión de los Estados parte del tratado que concluyó este viernes en Buenos Aires.

El Acuerdo de Escazú, que entró en vigor hace dos años, tiene como objetivo garantizar el acceso a la información, la participación pública en los procesos de toma de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos ambientales y crear instrumentos de protección a los defensores ambientales, entre los que están las comunidades indígenas.

Aunque ya es un logro el compromiso para garantizar estos derechos asumido por los 15 países de Latinoamérica y el Caribe que, hasta ahora, han ratificado este tratado, la segunda reunión de la Conferencia de las Partes del Acuerdo de Escazú que terminó este viernes deja algo de sabor amargo para las comunidades indígenas.

Y es que en la conformación del comité de apoyo a la aplicación y el cumplimiento del tratado -principal objetivo de esta cita en Argentina- ninguno de sus siete integrantes es indígena.

La reunión finalizó este viernes con la elección de los siete primeros integrantes del Comité de Apoyo a la Aplicación y el Cumplimiento del tratado -Chile, Uruguay, Granada, Costa Rica, Argentina, Jamaica y Panamá- y con un llamado de los países miembros a profundizar su “implementación”.

El documento final también celebró la puesta en marcha del Fondo de Contribuciones Voluntarias con el aporte de México y el anuncio de una contribución de Chile.

EXCLUSIÓN

“Los líderes y lideresas indígenas son autoridades y necesitan que sus visiones y sus conocimientos sean integrados en este proceso”, señaló a EFE Jackeline Borjas, miembro de Kambak, una organización indígena en defensa de la biodiversidad en los territorios amazónicos.

Según Karla Maass, miembro de Climate Action Network en Latinoamérica y coordinadora regional de la Alianza Cuencas Sagradas, en la que participa una treintena de pueblos indígenas de la Amazonía ecuatoriana y peruana, los indígenas quedan excluidos de la conformación del comité desde el arranque, con requisitos de selección “occidentales” que exigen, por ejemplo, acreditar títulos académicos.

Esta “brecha” también excluye a los indígenas de aspectos básicos, como el acceso a la información ambiental y la interpretación de la misma.

“Uno de los principios que establece el Acuerdo de Escazú es la máxima publicidad de la información ambiental. Pero la información no está disponible en lenguas indígenas, no pasa por las radios, que es su medio de comunicación, ni llega a las asambleas de las comunidades”, dijo a EFE Maass.

EN PELIGRO

Entre la decena de países que firmaron el Acuerdo de Escazú pero aún no lo han ratificado están Brasil, Colombia y Perú, en los que viven muchísimas comunidades indígenas amazónicas que enfrentan en su territorio severas dificultades a la hora de defender sus territorios ante el avance de proyectos extractivistas.

“El no poder en muchas ocasiones acceder a la información y, en ese ejercicio, el no tener el respaldo por parte del Estado es uno de los grandes desafíos que sufrimos”, dijo a EFE Oscar Daza Gutiérrez, joven líder del pueblo Koreguaje y miembro de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana.

Elaine Shajian Shawit, del pueblo Awajún y vicepresidenta de la Coordinadora Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo, en la Amazonía peruana, lo ha sufrido en carne propia: ha sido blanco de persecución policial y hostigamiento judicial por protestar ante los derrames petroleros, la contaminación minera y la tala indiscriminada.

“Cuando los pueblos indígenas salen a reclamar su justo derecho por la contaminación de sus territorios, lo único que pasa es que criminalizan a sus líderes. Fui denunciada por haber reclamado por un derrame de hidrocarburos en nuestro territorio”, contó a EFE Elaine.

Según el más reciente informe de la asociación internacional Global Witness, presentado en septiembre pasado, 157 de los 200 asesinatos de defensores ambientales perpetrados en el mundo en 2021 se registraron en Latinoamérica, con México, Colombia y Brasil concentrando 113 muertes-, y en un 40 % de los casos las víctimas eran indígenas.

Junto al emblemático caso de la ambientalista hondureña Berta Cáceres, asesinada en 2016 por su oposición a la construcción del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, entre los ataques más recientes resaltan la muerte de Breiner David Cucuñame, niño indígena colombiano que quería ser defensor medioambiental, y del activista indigenista Bruno Pereira y el periodista británico Dom Phillips en Brasil, los tres en 2022.

“Eso es el costo de los pueblos indígenas defendiendo sus derechos”, aseveró Elaine, una de los varios líderes que alzaron su voz en las sesiones plenarias en Buenos Aires para exigir ser tenidos verdaderamente en cuenta. EFE

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